¿Vestir santos? o.....

Nuestra cultura ha creado patrones dentro de los cuales todo debe ser perfecto (estudiar, trabajar, casarte, tener hijos, ir a misa, profesar amor, querer a nuestros padres, etc) lo que sicológicamente crearía cierta presión dentro de nuestras vivencias y sobre todo si uno de estos ítems falla o no cumplimos con a cabalidad con todas estas “cláusulas sociales” (entiéndase que no voy en contra de lo establecido). Si una dama mayor de 30 aun está soltera el común denominador son expresiones en tono burlesco como: “Ayy esta se quedo para vestir santos”, “No le queda otra que criar a los sobrinos”, en el cuanto a los hombres solteros mayores de 35… digamos que comienzan a preguntarse ¿Escribirá bonito? ¿Cocinara rico? ¿Vivirá con su mama? o en el peor de los casos y coloquialmente dicho: “Ese tipo es medio raro porque aun no se ha casado”, pero si nos ponemos a analizar la situación hoy en día hay infinidad de gente que le huye a los compromisos “formales”, las relaciones se han vuelto mas prácticas y menos complicadas, también se ha perdido mucho lo romántico de la situación, por otro lado existe la figura de las decepciones amorosas en el ambiente y frases como “Ningún hombre sirve”, “Todos los hombres son unos mentirosos” (por el lado de las féminas) y por el de los caballeros “Las mujeres solo sirven para lavar y planchar”, “Todas son unas cuaimas”… No es de esperar que con razonamientos como estos el nivel de solitarios “mayorcitos” este en franco aumento, paradójicamente todo el mundo quiere tener una pareja, novio o calificativos similares, pero el complicado mundo de las relaciones al parecer aterra, nadie quiere salir herido, traicionado, engañado, humillado etc, tampoco se quiere caer en el “ensayo error” picando de flor en flor porque “la cosa esta ruda con las enfermedades” (razonamiento lógico pues hay que cuidarse), pero dentro de todo este contexto se presenta un panorama con muchas disyuntivas que si nos guiamos por el no volveríamos a intentar una relación jamás y nos perderíamos lo mágico de la conquista, del galanteo, del coqueteo y del ir conociendo personas interesantes, hay que estar claros en que un gran porcentaje de los seres humanos miente de alguna u otra manera y magnitud (suena desagradable leerlo pero es así), de que la sinceridad al 100% no existe o es muy difícil de encontrar (criterio propio), hay que ubicarse dentro de limites que no nos alejen de la realidad que vivimos, los príncipes azules y las princesas rosadas que son perfectitos solo “viven” en las historias y en los cuentos, obviamente mientras mas “grandecitos” más exigentes nos volvemos, hay que caer en cuenta que lo real es el ser humano de carne y hueso con sus defectos, virtudes, emociones y pasiones, pero como en el mundo hay tantas personas como modos de pensar y cada cabeza es un universo único usted decide.. ¿Intenta y apuesta al romanticismo terrenal y crudo o se queda para vestir santos y en casos extremos desnudar borrachos?