sábado, 25 de agosto de 2012

¿Decir ADIOS o no?

Si hoy tuviera que decir adiós, creo que no lo diría porque la mejor palabra es la que no se dice, simplemente dejaría que las cosas siguieran su curso hasta que las manecillas del reloj con su paso decidido e inquebrantable indiquen en silencio que llegó la hora de partir y me recuerden que el tiempo nunca va en sentido contrario.


Si tuviera que decir adiós, me quedaría en silencio porque el mudo ruido de una mirada herida y el sigiloso bullicio paso de la marcha atrás que no tiene regreso tienen más sentido que una palabra que se la lleva el viento.

Si tuviera que decir adiós, me regocijaría en dos recuerdos, en el mejor y en el peor, el primero porque me recuadraría que volví a ser humano, a sentir, a emocionarme y a vibrar en los brazos de alguien, y el segundo me haría entender que siguen existiendo en el mundo personas que prefieren quedarse atrás y como Peter Pan prefieren no crecer y realizarse escupiendo sobre ti amargura o rabia que clavaron como dardos venenosos en la piel causando un inmenso dolor.

Si HOY dijera adiós, me liberaría y te liberaría con amor, desapegando tu mundo de mi mundo y mi mundo de ti de manera contundente y definitiva para no seguir en la rutina cansona del desamor y la decepción.

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